Estados Unidos de Norteamérica, condicionamientos históricos de un imperio (página 2)
En dicho estado insular europeo, el conflicto social se
agravaba, al luchar la ascendente burguesía contra la
corona feudal. Los choques se expresaban en forma política
y religiosa; los "puritanos" criticaban a la iglesia oficial
anglicana por mantener ritos y estructuras asociadas con el
catolicismo, pues ellos defendían las más simples
formas de fe y culto protestante. Y con el mismo ardor censuraban
a la monarquía en la Cámara de los Comunes,
mientras en el resto de la sociedad la represión real
inducía a muchos pertenecientes a sectas radicales a
emigrar hacia Norteamérica, donde se asentaban para
regirse acorde a sus creencias mediante el sistema de
autogobierno.
La crisis económica de 1640 desató los
acontecimientos que llevaron a la Guerra Civil inglesa, la cual
terminó con el triunfo de Oliverio Cromwell, quien
prohibió la propiedad feudal, así como todo tipo de
gremio, corporación, estanco o monopolio; vendió
las tierras de la iglesia y la corona y creó un nuevo
parlamento, estrictamente burgués. Esta derrota del
feudalismo en Inglaterra facilitó el autogobierno en todas
las colonias. Luego de muerto Cromwell, cuando un rey ingles
pretendió retornar al absolutismo, tuvo lugar la
denominada Revolución Gloriosa (1688-1689), la que
emitió una "Declaración de Derechos," así
coma un "Acta de Tolerancia"; esta afirmó la libertad de
cultos y aquella impuso limites a la corona, al afianzar la
supremacía del parlamento. Esto repercutió
grandemente en las colonias ya que en ellas las asambleas
regionales de burgueses proclamaron sus derechos y
libertades, frente a los gobernadores nombrados por el
monarca.
Los acontecimientos brevemente expuestos con
anterioridad que suceden allende a los mares de America unido a
la existencia de millones de hectáreas de tierras
vírgenes y fértiles, una amplia red fluvial,
bosques maderables, millones de búfalos y un clima
favorable son factores que estimularon las primeras oleadas
migratorias y el inicio de un acelerado crecimiento poblacional y
territorial, a todo lo anterior debemos agregar que los europeos
que zarpan hacia esta parte del nuevo mundo, a diferencia de
españoles y portugueses que solo pensaban en oro y
riquezas que trasladar a sus respectivos países, estos
venían con sus familias y sueños dispuestos a
labrarse un destino y forjar una nación y de esta manera
nacieron y crecieron las primeras colonias inglesas en
Norteamérica.
Muchos estudiosos del tema coinciden en que la corona
británica no prestó toda la atención que
debía al desarrollo de sus colonias en América y en
ellas para mediados del siglo XVIII ya estaban creadas las
condiciones objetivas y subjetivas que facilitarían el
proceso independentista.
El Tratado de Paz de 1763 que sucedió a la toma
de La Habana por los Ingleses, hizo que de la noche a la
mañana los sesenta mil habitantes de Québec se
transformaran en súbditos Ingleses, pero muchas de las
tribus aliadas tradicionalmente a los franceses no aceptaron la
derrota, y guiados par los indios ottawa prosiguieron los
combates durante dos años más; Pero fueron
derrotados por las fuerzas dirigidas por el coronel Washington.
Una vez terminado el conflicto la metrópoli decidió
tomar cartas en el asunto y alcanzar un mayor control de las
colonias, las cuales comenzaban a tornarse ingobernables, en el
propio 1763 una Proclama Real puso fin a la expansión de
los norteamericanos hacia el Oeste. Al año siguiente la
emisión de la Ley del Azúcar dificultaba el hasta
entonces frecuente contrabando de melazas, Además, en .el
propio 1764 se promulgó una Ley de la Moneda que
ilegalizaba los billetes expedidos en las colonias.
Después, en 1765, la Ley del Timbre impuso el pago de una
estampilla para cualquier documento, escritura o periódico
y en el propio año la Ley de Acuartelamiento exigió
que las colonias brindaran provisiones y alojamiento a tas tropas
reales.
Desde entonces y durante cinco años, las
relaciones metrópoli-colonia fueron oscilantes e
indecisas, hasta que a principios de 1770 dos regimientos
británicos fueron situados en Boston. Su presencia en esta
ciudad originó una tumultuosa protesta, durante la cual
hubo cuatro muertos de la población civil. Este hecho,
calificado de "masacre" por los patriotas desencadenó todo
un movimiento conspirativo en el cual participaron la
mayoría de las fuerzas sociales de las colonias con
independencia de credo o simpatías políticas, la
realización del primer congreso continental
reafirmó el sentimiento patrio e independentista. La fase
bélica comenzó en Lexington el 19 de abril de 1775,
cuando en un cheque armado perecieron ocho minute men
nombre con el que se conocía a los milicianos
norteamericanos. Pero en su camino de regreso, la tropa inglesa
tuvo más de doscientos cincuenta muertos. Enseguida un
Segundo Congreso Continental en mayo decidió levantarse en
armas, nombró a George Washington Comandante en Jefe y
movilizó a los milicianos para que lucharan por su
libertad, en enero del año siguiente, Thomas Pride con su
manifiesto titulado "Sentido Común" reclamo la
formación de una republica, cuya independencia finalmente
fue proclamada el 4 de julio de 1776; el referido documenta
estaba muy influido par las ideas de la ilustración
francesa y por el Tratado de Gobierno de John Locke, que el
patriota Thomas Jefferson había sintetizado.
A partir de mayo de 1776 la insurgencia norteamericana
recibió el apoyo de Francia, apoyo al que oficialmente se
sumó España en 1779; desde antes, La Habana se
había convertido en centro de abastecimiento de los
independentistas a través de la Louisiana, el astillero y
el arsenal habaneros se dedicaron a reparar y reartillar la
escuadrilla rebelde. Después un ejército
español, en parte compuesto por criollos de Cuba,
desembarcó en la Florida y Francia, par su parte, a
mediados de 1780 envió hacia Norteamérica un
ejército de seis mil hombres, mientras su flota hostigaba
a la inglesa por el Atlántico.
Agobiada par el flujo de recursos desde Cuba, Inglaterra
en 1782 pretendió retomar La Habana, pero fracasó
en su intento, sin lograr tampoco impedir la replica que desde
esta ocupó las Bahamas. Entonces los ingleses tuvieron que
iniciar conversaciones, las cuales desembocaron en el Tratado de
1783. Este reconoció la independencia, soberanía y
libertad de las colonias.
Los Estados Unidos de América aprobaron una
Constitución Federal en 1788, par la cual el pueblo era el
único soberano y estableció una clara
división de poderes, y el derecho a cada estado integrante
de la naciente unión a aprobar su propia
constitución. Así mientras varios estados del norte
promulgaron medidas progresistas, el sur legalizaba la
esclavitud.
La expansión de los Estados Unidos de
América se inicio en 1803, cuando Francia les
vendió su territorio de la Louisiana incluida Nueva
Orleáns, Pero los estadounidenses, soñaban con
tener el control sabré las estratégicas vías
lacustres y fluviales del Norte. Para ello desataron la guerra de
1812 contra Inglaterra, el 23 de diciembre de 1817, el ejercito
norteamericano al mando del general Andrew Jackson invadió
la península de la florida y le propuso al absolutista rey
español Fernando VII, un "Acuerdo General Fronterizo"
entre ambos países. Este finalmente se firmó en
1819 y implicó el reconocimiento de la frontera existente
con el Virreinato de México a lo largo del rió
Sabina, así como su formal renuncia a poseer Texas.
Aprovechando que en la vecina republica en es momento se
desarrollaba una intensa lucha popular contra el centralismo
conservador del dictador Antonio López de Santa Ana; con
el propósito de escapar de la referida tiranía, los
liberales proclamaron su temporal separación del gobierno
conservador, hasta que se restableciera la Constitución
federalista de 1824. Sucedió lo mismo en Texas el 7 de
noviembre de 1834, donde los ingenuos liberales no vislumbraban
que el respaldo de Houston y demás inmigrantes
escondía el propósito de separar a Texas para
incorporarla definitivamente a los Estados Unidos de
América. La ulterior captura de Santa Ana el 21 de abril,
y el cambio de su libertad personal a cambio de la entrega de
Texas son conocidos. Culminaba de esa forma la primera parte del
plan de crecimiento territorial del presidente
Jackson.
En Diciembre del 1845 comenzó la segunda etapa en
la cual se aplicó la vieja política que reza "El
fin justifica los medios" y el fin en este caso era completar las
cerca de 945 000 millas cuadradas que a la postre lograron anexar
a su territorio. Entre los capítulos mas sobresalientes de
esta etapa están la firma el 21 de febrero de 1848 del
tratado Guadalupe – Hidalgo mediante el cual México
perdió la mitad de su territorio y cerca de cien mil
habitantes, paralelo a todo este proceso histórico que
brevemente hemos narrado se da la llamada conquista del oeste y
el exterminio casi total de la población y cultura
aborigen, tema este que por su trascendencia en la historia
domestica norteamericana nos proponemos dedicar un trabajo
aparte.
En 1820 el llamado Compromiso de Missouri, que
buscaba mantener en el Senado el equilibrio entre los
veintidós miembros de cada bando, al acordarse que los
futuros ingresos a la federación debían hacerse de
manera igualmente proporcional: un estado abolicionista par cada
uno que no lo fuera. Se impulsó así el empuje hacia
Occidente, por lo cual en 1830 se emitió la ley que
autorizaba desalojar a la población aborigen al Oeste del
río Mississippi, de lo que siempre habían
constituido sus predios tradicionales. Pero la anexión de
los territorios arrebatados a México, donde la esclavitud
había sido erradicada hacia décadas, alteró
inesperadamente las relaciones entre el Norte y el Sur, Para ello
en 1850 se tuvo que forjar un nuevo compromiso, que endilgaba a
cada estado el problema de autorizar o no en su territorio, la
existencia de tan repugnante régimen, la aventura
centroamericana de William Walker la cual tenía como
objetivo anexar estos territorios a la unión, llena los
años del medio siglo XIX.
En cuanto a Cuba, esta a estado siempre en la mira
expansionista yanki y fueron muchos los intentos que por
comprarla o anexarla realizaron los norteamericanos y en este
periodo los políticos del sur arreciaron esos
intentos
Entre el Norte y el Sur de los Estados Unidos de
América, la esclavitud no era el único punto
contencioso; en la parte septentrional, la revolución
industrial impulsaba las fábricas de textiles, papel,
vidrio e hierro, que producían para el mercado interno y
exigían el proteccionismo. Frente a este reclamo, los
exportadores agrícolas meridionales defendían el
librecambio. En ese contexto, un humilde hijo de granjeros,
nacido en Kentucky, autodidacta que luego se hizo abogado, y cuya
fama se había generalizado por su oposición a la
guerra contra México, así como por su profunda
aversión a la esclavitud, gana las presidenciales de 1860;
Abraham Lincoln. Pero aun antes de que el tomara posesión
del cargo, el 20 de diciembre Carolina del Sur se declaró
separada de la Unión a la que se le unieron otros diez
estados a los que se le llamaron confederados. Se inicio
así una larga y sangrienta guerra civil que va a terminar
en 1865 con la victoria del norte y la consolidación
definitiva del estado norteamericano.
En los 33 años que separan el fin de la Guerra de
Secesión de la intervención en el conflicto Hispano
– cubano, el papel de los Estados Unidos en la arena
internacional es poco significativo, su estrategia se centra en
el perfeccionamiento de sus estructuras internas y en la
consolidación de su economía con un política
muy bien definida, en la cual destaca la creación de una
inmensa red ferroviaria que une a ambas costas del país,
permitiendo de esta manera el correcto intercambio de materiales
a lo largo y ancho del país.
Sin embargo, a pesar de la expansión industrial,
y de la inherente movilidad del campo hacia las ciudades, se supo
mantener un correcto equilibrio entre la ciudad y el campo,
sustentado en parte gracias al descubrimiento de las islas
vírgenes en el oeste, donde se mantuvo el tipo de
producción de bienes primarios. Gracias a esta balanza de
producción, los Estados Unidos pudieron desarrollar desde
comienzos del siglo una independencia económica de las
otras naciones, al autoabastecerse casi en la totalidad de los
productos requeridos por la población.
Para comenzar el siglo, la presidencia de la
nación más poderosa del planeta se encontraba en
manos de Theodore Roosvelt, que gobierna desde 1901 hasta 1909.
Bajo su gobierno ocurre el incidente de Panamá mediante el
cual Colombia pierde la soberanía sobre esa provincia y a
través del tratado Herran- Hay, mediante el cual se le
concede a Estados Unidos una franja de 9.5 kilómetros de
anchura para llevar a cabo la construcción del canal, a
cambio de una suma de 10 millones de dólares y una renta
anual que no fue efectivamente cancelada. Es también bajo
su gobierno que se hace efectivo el dominio sobre Cuba mediante
la imposición de la "Enmienda Platt", consolidan el
dominio sobre Las Filipinas y deciden el destino de la isla de
Puerto Rico.
Cronológicamente, sigue como suceso más
importante en la historia de Estados Unidos; recordando que
nuestro enfoque se centra en el crecimiento geográfico,
político, económico y militar de ese estado; el
surgimiento del movimiento progresista, "un movimiento para
reformar la sociedad y los individuos mediante la acción
del gobierno," cuyo objetivo de fondo era introducir las primeras
formas de intervención estatal en el devenir de la
sociedad, porque hasta 1900 tanto el Estado como la
economía se habían caracterizado por la
implantación de la "política del dejar hacer" o
mínima intervención del Estado en la empresa
privada. Con la llegada del movimiento progresista se
emprendió una cruzada democrática de grandes
proporciones a través de la cual se buscó brindarle
un aire de transparencia a las administraciones tanto nacional
como de los diferentes estados. Bajo esta política estatal
en las ciudades se instauraron las primeras empresas municipales
de servicios públicos y se sentaron las bases para el
funcionamiento futuro de las empresas de transportes al interior
de las urbes.
Para el Presidente Roosvelt, la política era "el
arte de lo posible" y lo demostró cuando en repetidas
ocasiones mostró severidad en el cumplimiento de la "ley
antimonopólica Sherman". Del 1909 al 1912 el presidente
Taft mantiene la política iniciada por Roosvelt
Al terminar el período de Taft, asume el poder el
demócrata Woodrow Wilson, quien resulta elegido por
primera vez en 1913 y lo reeligen hacia 1916. Tanto el como su
secretario de Estado tenían la firme convicción que
los Estados Unidos estaban llamados a ser los promotores del
orden moral y la democracia en el mundo. Fue el quien
decidió el ingreso de su país a la Primera Guerra
Mundial, apoyo la creación del sistema de la Reserva
Federal (1913) a través del cual se buscó traer
orden al mercado monetario, resolver las posibles crisis que
surgiesen y controlar el sistema crediticio de manera
centralizada. Además de esta importante institución
que subsiste hasta la actualidad, los años veinte son de
auge económico en el sector inmobiliario y del transporte
con el emblemático Ford modelo T.
Desafortunadamente en esta coyuntura, a raíz del
auge y crecimiento económico, se dio el acceso de
numerosos capitales a la población, con altas ganancias y
tasas de interés realmente bajas, había mucho
dinero en la economía disponible para invertir, miles de
millones de dólares fueron hacia el mercado de capitales,
y la burbuja resultante de este proceso llevó los precios
de las acciones mucho más allá de su valor real,
todo ello, para finalmente ocasionar una caída de la
bolsa, le correspondió a Hoover lidiar con la peor crisis
financiera y económica de los últimos tiempos, "La
gran depresión." El presidente más
carismático de la historia reciente de los Estados Unidos
de Norteamérica. Franklin Delano Roosvelt, al momento de
asumir las riendas de su país le imprimió un alto
grado de confianza al electorado y a la sociedad en general, pues
desde su discurso de posesión les dijo que lo único
que debían temer los Estados Unidos, era al miedo mismo.
Su estrategia de jalonamiento económico (con
intervención estatal) fue el "New Deal", su
administración realizó un excelente trabajo
administrativo, una de las principales estrategias utilizadas por
su administración fue la de invertir grandes capitales en
infraestructura con el propósito de generar empleo y
utilizar la construcción como sector líder de la
economía
Llegada la II Guerra Mundial, los norteamericanos
aprovecharon de la manera más inteligente los recursos
humanos y de capital disponibles, haciendo de la industria
bélica en sus diferentes procesos un foco de empleo y
progreso para gran parte del país.
La historia se ha encargado de demostrar la actitud
oportunista que asumieron en su participación en la
Segunda Guerra Mundial con el demorado "Día D" que
marcó la apertura del llamado segundo frente con el
Desembarco de Normandía", en este contexto empresas como
General Motors e IBM, le sacaron jugosas ganancias al conflicto
armado, esta ultima le vendió tecnologías a los
nazis, aún después de que Estados unidos le
declarara oficialmente la guerra a Berlín.
El innecesario uso de la bomba atómica contra los
japoneses (6 y 9 de agosto en Hiroshima y Nagasaki), es en
nuestra opinión el llamado de trompetas anunciando al
mundo la consolidación de un nuevo imperio, después
de 325 años de que los padres fundadores llegarán a
las costas de Norteamérica a bordo del
"Mayflower".
Una vez finalizada la guerra, es importante hacer
referencia al Plan Marshall en la economía de post
conflicto, en junio de 1947 se lanzó la propuesta a las
naciones europeas para devolverles la estabilidad
económica y de infraestructura. Como es lógico, la
URSS rechazó la oferta y logró vetar el deseo de
Polonia y de la entonces Checoslovaquia de participar.
Este plan canalizó ayudas por cerca de 13
billones de dólares hacia Europa, pero los EEUU
también se vieron ampliamente beneficiados con este flujo
de ayuda, pues gracias a la apertura (permanente) de los mercados
y la demanda europeos, obtuvo un superávit en la balanza
comercial por valor de alrededor de 12.5 billones.
Entre el 1945 y 1990 el mundo vivió un supuesto
equilibrio de fuerzas y decimos supuesto ya que en los escenarios
de enfrentamiento que se vivieron en esos años en el marco
de la llamada Guerra Fría siempre prevaleció el
criterio occidental y hubo una silenciosa política
dirigida a derrocar el sistema socialista, mucha de esta historia
esta aún en expedientes clasificados de secreto, ya hoy
conocemos como lograron destruir el sistema de gaseoductos
soviéticos, como lograron inducirlos a una carrera
armamentista de corte espacial para la cual la economía
soviética no estaba preparada y otros hechos de mayor o
menor cuantía estratégica, después del
derrumbe del modelo euro soviético del socialismo, el
protagonismo yanki en el mundo aumentó considerablemente y
se consolidan como un imperio.
Conclusiones
Después del trágico 11 de septiembre del
2001 el papel de los norteamericanos en la dirección y
control universal se tornó absoluto y no se vislumbran en
el horizonte inmediato del imperio grietas o fisuras de
consideración que auguren una caída inmediata del
mismo, pero la historia nos ha enseñado que los imperios
una vez alcanzada la cima en el proceso de dominación y
control comienzan ellos mismos a forjar las fuerzas que desde
dentro los destruirán. El problema fundamental de esta
historia estriba en que ya sobrepasamos la etapa de la lanza, la
catapulta y la pólvora, vivimos la era del átomo y
tenemos suficiente evidencia de su feroz poder
destructivo.
Somos millones los que nos preguntamos cada día
que sucederá mañana si las riendas de este imperio
caen en manos de un Nerón o un Calígula, es por
ello que nos levantamos cada día con la optimista idea de
que en sus dirigentes prime la cordura y el sentido común
y tengan conciencia de que un error en oprimir un botón
puede significar el fin de nuestra inteligente
especie.
Bibliografía
Abrahantes Dagoberto Rodríguez, Historia de los
Estados Unidos en III tomos; Editorial Félix Varela; La
Habana 2007.
Schlesinger jr Arthur M, Los ciclos de la historia
americana, editorial REI, Argentina 1990.
Tyndall George B & David E. Shi, Historia de los
Estados Unidos, tomo II, tm editores,1995.
Autor:
Lic. Eduardo Morales
Sarduy
Edad: 45
Categoría: Historia
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